Del coñazo al tostón hay un gran trecho

desfileEn 2008 y en vísperas del 12 de octubre, Mariano Rajoy – en aquel momento líder de la oposición – le confesó a Javier Arenas durante el transcurso de un acto de partido “mañana tengo el coñazo del desfile… en fin, un plan apasionante”. Dicho comentario provocó no pocas risas, a la vez que duras críticas por parte de sus adversarios políticos.

Este año, en vísperas de la misma celebración, Pablo Iglesias declaró en una entrevista en la Sexta que no acudiría a los actos de la Fiesta Nacional por considerarlos ‘un tostón’. Días antes, tras demostrarse que era falsa su acusación inicial de que no asistiría porque no había sido invitado, había afirmado que durante el tiempo del desfile tenía que dedicarse a la justicia social. Vamos, que en una sola semana dio muestras de un sonrojante papanatismo político.

Las desafortunadas palabras de Rajoy en 2008, que a las pocas horas aclaró alegando que se trataba de una «expresión coloquial propia de una conversación de ámbito privado», sirvieron para que los socialistas le atizasen, le exigiesen disculpas oficiales y le acusasen de «poco respeto» a las Fuerzas Armadas y a la fiesta nacional del Día de la Hispanidad.

Haste al momento no se tienen noticias de que esos mismos socialistas, tan defensores como parecían ese día del desfile, le hayan pedido explicaciones al líder de Podemos sobre su bochornoso comportamiento en una fecha tan señalada.

¿Será porque consideran que es mucho más grave un ‘coñazo’ que un ‘tostón’? ¿O será que no quieren enfrentarse a su compañero de cama en no pocos gobiernos municipales y autonómicos? Pues que tengan cuidado porque esta indefinición puede llevarse por delante el ‘socialismo de la señorita Pepis’ en el que ha convertido Pedro Sánchez a un partido histórico como el PSOE.

A Pablo Iglesias todos le abandonan a través de las redes sociales

Primero fue Tania Sánchez, su novia, su amor, quien en un comunicado publicado en Facebook anunció su ruptura sentimental con un «ya no somos pareja; nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos… Simplemente ya no somos pareja», convirtiéndose en los pimpinela bolivarianos.

Ahora ha sido Juan Carlos Monedero quien a través de cuenta en Twitter afirma, tras renunciar a sus cargos en el partido, que «siguen firmes mi amistad con alguien tan grande y el compromiso con Podemos».

A la vista de estos comportamientos y de estas declaraciones de amor para justificar sendos abandonos, seguro que Pablo Iglesias está pensando aquello de «¡coño, no que queráis tanto, pero queredme mejor!».

Y ya para cerrar el círculo, al autodenomiando macho alfa solo le falta que el becario Errejón también lo deje plantado utilizando su cuenta de Tuenti.

 

Cinco flashes sobre el debate del estado de la nación

parlamentoConfieso que no he podido – y, no les voy a mentir, ni he querido, ni me lo planteado – seguir en su totalidad el debate sobre el estado de la nación que se ha celebrado en estos días. Pero sí que he estado atento a las noticias, a la prensa y a las redes sociales, con lo que me ha servido para formarme una opinión sobre lo sucecido y que resumo en estos cinco flashes:

1. Catorce intervenciones de catorce portavoces de catorce formaciones políticas. Seguro que la variedad enriquece, aunque en ocasiones se corre el peligro de convertir el Parlamento en una grillera. En estos momentos, en el Congreso hay dos grupos mayoritarios – PP y PSOE – con vocación de gobierno y los otros doce van «a hablar de su libro».

2. Las encuestas pronostican unos resultados en los que, de cumplirse, los posibles pactos de gobierno deberán hacerse en función de dos fuerzas políticas – Podemos y Ciudadanos – que no tienen representación parlamentaria y que, por lo tanto, no han podido intervenir en el debate. Pero sí han sido capaces de trasladar dicho debate a la calle y a las redes sociales.

3. Me llamó poderosamente la atención asistir a turnos de contrarréplica leyendo papeles. Eso quiere decir dos cosas: o que saben lo que les van a responder y ya llevan preparada su intervención, o que – y es lo que me temo – les da igual lo que intenten rebatirles porque se van a limitar a soltar otro discurso, en formato rollo macabeo. Si esto es así, el parlamento podría pasar a llamarse ‘lectódromo’.

4. Unido al punto anterior, es lamentable comprobar el bajo nivel que tienen nuestros políticos como oradores. Unos se limitan a soltar una batería de datos difícilmente comprobables por los ciudadanos de la calle y otros aprovechan la tribuna para lanzar sus soflamas sin la más mínima línea argumental. ¿Se imaginan un parlamento con un sistema de participación más ágil, con propuestas, réplicas e intervenciones cruzadas?

5. Increíble, imperdonable, vergonzoso, insultante, bochornoso… y así podría seguir para calificar el comportamiento de la presidenta en funciones del Congreso jugando al archiconocido Candy Crash, puesto clave durante el debate ya que tiene las tareas, entre otras muchas, de velar por el correcto funcionamiento del mismo, dando la palabra, cortando las intervenciones o amonestando algún comportamiento inadecuado. Y, para tomar esas trascendetes decisiones, se supone que deber estar más atenta que nadie a todo lo que sucede en el hemiciclo. Pero, si vergonzoso fue su comportamiento, más sonrojante resulta que Celia Villalobos continúe en su puesto.

Monedero se hace trampas jugando al solitario

podemos

Que una persona a la que le encargan trabajos y los realiza a título individual cree una empresa con el único objetivo de facturar a través de ella y pagar menos impuestos, puede revestirse de forma legal. Y esto es ni más ni menos que lo que ha hecho Juan Carlos Monedero, el número dos de Podemos, que le ha facturado a varios gobiernos latinoamericanos por trabajos de asesoramiento una cantidad cercana al medio millón de euros, a través de una empresa de la cual es el socio único y que no cuenta con ningún trabajador, trabajos realizados por él a título personal.

De esta forma, se aprovecha al liquidar los impuestos a través de su empresa, en lugar de hacerlo como rendimientos del trabajo, que es lo que son en realidad, siendo sobre el 20% la diferencia entre una y otra modalidad. Y sorprende que esta práctica, que insisto en que tiene apariencia de ser legal, la utilice uno de los máximos representantes de un partido que está creciendo a base de recoger la indignación y el desencanto de una gran parte de ciudadanos que están creyendo su discurso populista, basado en la eliminación de privilegios, en el reparto justo de la riqueza y, en definitiva, poner patas arriba un sistema que favorecía a lo que ellos con todo desprecio denominan ‘la casta’, y que al final lo que hace es aprovecharse de la ingeniería financiera para ingresar menos en las arcas del estado.

Y sorprende, a mayores, que Pablo Iglesias, la cabeza visible de Podemos, lo disculpe públicamente argumentando que Monedero no ha realizado nada ilegal y que si no hubiese querido pagar impuestos hubiese creado su sociedad en un paraíso fiscal, en lugar de hacerlo en España. Resumiendo, según su razonamiento, Monedero es un ejemplo para los ciudadanos de lo que es un emprendedor porque pudiendo no pagar nada pagó un poco de lo mucho que realmente tendría que haber pagado. Está claro, ¿no? Pues sí, es justo lo que están pensando, y es que el asesor de repúblicas latinoamericanas con sistemas democráticos cogidos por los pelos se ha beneficiado de una apariencia legal para pagar menos, pero que su formación política denuncia como práctica habitual utilizada por ‘la casta’ para enriquecerse. Es más, como siga facturando a ese ritmo y pagando tan poco, no sería extraño verle en la próxima lista de la revista Forbes.

Monedero, Iglesias y demás gerifaltes de Podemos: si el sistema es legal pueden utilizarlo, siempre que no critiquen que lo utilicen los demás. Y si les parece reprobable y tiene pensado cambiarlo si es que llegan a gobernar, por favor, den ejemplo y mientras tanto no lo utilicen en su provecho. Lo demás, es engañar al personal y, lo que ya es de tontos, hacerse trampas jugando al solitario.