Primero fue Tania Sánchez, su novia, su amor, quien en un comunicado publicado en Facebook anunció su ruptura sentimental con un «ya no somos pareja; nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos… Simplemente ya no somos pareja», convirtiéndose en los pimpinela bolivarianos.
Ahora ha sido Juan Carlos Monedero quien a través de cuenta en Twitter afirma, tras renunciar a sus cargos en el partido, que «siguen firmes mi amistad con alguien tan grande y el compromiso con Podemos».
A la vista de estos comportamientos y de estas declaraciones de amor para justificar sendos abandonos, seguro que Pablo Iglesias está pensando aquello de «¡coño, no que queráis tanto, pero queredme mejor!».
Y ya para cerrar el círculo, al autodenomiando macho alfa solo le falta que el becario Errejón también lo deje plantado utilizando su cuenta de Tuenti.
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