Después de conocerse los resultados que se produjeron tras las elecciones generales del 20 de diciembre, a todos los líderes políticos se les llenó la boca hablando de que habían llegado nuevos tiempos a la política y que los españoles les habían encargado llegar a pactos, ya que se había acabado la época de las mayorías absolutas y de pasar el rodillo en el parlamento.
Pues bien, trasncurridos ¡dos meses y medio! seguimos con un gobierno provisional y sin trazas de que ningún candidato sume los apoyos necesarios para ser investido presidente. Como se dice coloquialmente, ni pactos ni pactas ni pichas. Y es que los mismos que hablaban de pactos y de consensos son lo que a la mínima ocasión que tienen ponen por delante la palabra NO:
. Pedro Sánchez le ha dicho NO a Rajoy y a todo el Partido Popular.
. Albert Rivera le ha dicho NO a Rajoy y a Podemos.
. Pablo Iglesias le ha dicho NO a Rajoy, al Partido Popular, a Ciudadanos, a Pedro Sánchez si no pasa por el aro y a una señora que pasaba por allí.
. Mariano Rajoy le ha dicho NO a todo aquel que ha dicho NO a Mariano Rajoy.
Con este panorama, y aunque Sánchez y Rivera han sido capaces de firmar un pacto de la señorita Pepis, lo normal es que en junio tengamos nueva cita con la urnas. Mi propuesta es que, como estos cuatro líderes de pacotilla NO han sido capaces de pactar para formar un gobierno, los ciudadanos también le dijésemos NO a estos cuatro lumbreras y los partidos tuviesen que presentarse con otros cabeza de lista.
Porque, ¿qué pasará si el resultado de una nuevas elecciones es similar al que salió del 20D y las sumas y combinaciones siguen siendo más o menos las mismas? Sinceramente, yo NO lo sé.