En mi post titulado Mis canciones insufribles (por cierto, hasta ahora el más leído y el que cuenta con más comentarios de mis lectores) demonicé, quizás con una dureza desmedida, a todo un género musical como es el de la rancheras; esto provocó más de una dura crítica contra mí, que intentaré compensar con este nuevo artículo. Entre otros, mi buen amigo Pablo García-Ramos me hizo recapacitar cuando me dijo: “pero qué tienes contras las rancheras, siempre evocadoras de “traisiones y vengansas”, compuestas al calor de un (varios) tequila reposado y con la pasión de los mexicanos que viven como si el mundo se acabara al día siguiente.” Tengo que reconocer que este argumento hizo que me replantease el asuntito en cuestión.
En el fondo sigo pensando lo mismo: las rancheras, en general, me parecen insufribles, y me reafirmo en que cantantes como Rocío Dúrcal o Bertín Osborne no han hecho más que aumentar mi inquina hacia esos soniquetes. Pero sería injusto no reconocer que dentro de ese género hay muchos y grandes artistas, entre los cuales quiero destacar a dos mujeres: Chavela Vargas y Paquita “la del barrio”.
La gran Chavela Vargas, aunque nacida en Costa Rica, es mexicana de adopción y de corazón. Empezó cantando en la calle hasta que se hizo un nombre y consiguió dedicarse profesionalmente al mundo de la canción, llegando a publicar cerca de cien discos. Fumadora, bebedora y de aspecto rudo, gracias a su talento y a mucho trabajo, consiguió ser reconocida internacionalmente dentro de un género que, hasta su aparición, había sido un coto exclusivo para hombres.
Dentro de su vasta producción musical es muy difícil elegir una sola canción. Pero, gracias a que me lo ha recordado mi querida Begoña Gándara, no me resisto a destacar una de sus grandes frases, recogida en el temazo Pa’todo el año, compuesta por su descubridor, José Alfredo Jiménez: “si te cuentan que me vieron muy borracha, orgullosamente diles que es por ti…”
A lo largo de su trayectoria ha conseguido innumerables premios, entre los que se encuentra un Grammy, así como multitud de reconocimientos, muchos de ellos en España.
Quizás menos conocida fuera de su país es Paquita la del barrio, mujer sufridora y luchadora activa contra todo lo que representa la cultura machista, especialmente en México. En todos sus discos hace una defensa a ultranza de los derechos de las mujeres, y así muchos de ellos tienen títulos tan significativos como El club de los inútiles, No me amenaces o Duro y contra ellos.
A sus conciertos acude, mayoritariamente, público femenino, que entra en éxtasis cuando Paquita se arranca con su conocido grito de guerra “¿me estás oyendo… inútil??!!”. Entre las letras de sus canciones sería injusto no destacar la siguiente estrofa, que puede servir perfectamente como resumen de toda su carrera:
Tres veces te engañéé
Tres veces te engañéé
Tres veces te engañééééé
La primera por coraje
La segunda por capricho
Y la tercera por placeeerrr…
Después de este post espero haber saldado la cuenta que tenía pendiente con los amantes de las rancheras y, por supuesto, sigo abierto a más sugerencias por parte de mis lectores.