Hoy me apetecía escribir un post. Tenía varios temas, no me decanté claramente por ninguno y al final no fui capaz de redactar nada ingenioso. Y ahora me ha venido a la mente un pensamiento de Raymond Chandler, gran escritor norteamericano de novela negra y creador del detective Philip Marlowe, que decía algo así como «aunque no tenga nada que escribir, siempre me siento una cuantas horas al día ante mi mesa, a solas, para concentrarme».
Y ya que estoy con Chandler, y en agradecimiento a la lección que me ha dado hoy, os recomiendo que leáis El sueño eterno, una gran novela que fue llevada al cine protagonizada por Lauren Bacall y Humphrey Bogart.
Tiene gracia. Al final he conseguido acabar el día publicando un post. Esto se merece que lo celebre tomándome una copa con dos cubitos 😉