Los buenos propósitos para el nuevo año ya los hemos olvidado

buenos-propositos1[1]Ahora que está a punto de finalizar el mes de enero es un buen momento para analizar la evolución de nuestra lista de buenos propósitos para el año 2014, que, probablemente, era la misma que elaboramos para 2013, 2012, 2011… y que ahí sigue invariable, año tras año, esperando para mejor ocasión. Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia lista, pero estoy seguro que estos buenos propósitos que comento a continuación ya se han convertido en unos clásicos:

. Adelgazar, comer sano. Tras las fiestas navideñas, compuestas principalmente por una sucesión demencial de comilonas, cenas y salidas nocturnas que han dejado temblando más de un tensiómetro, la mayoría hemos pensando en pasarnos el mes de enero comiendo ensaladas y filetes a la plancha, combinados con unos baldeos de agua, para perder esos 2-3 kilitos que hemos ganado en solo un par de semanas. Al final, la realidad es que nos gusta más comer y beber que a un tonto una gorra de cuadros, y hemos seguido atizándole a la manduca. En el caso de los gallegos, el peligro es que se nos junta con el inicio de la época de cocidos y laconadas, por lo que la idea de adelgazar la retrasamos para mejor ocasión.

. Ir al gimnasio, practicar deporte. Este segundo propósito está ligado al anterior, ya que la combinación de dieta con ejercicio físico es la mejor combinación posible para reducir tonelaje. Así,  después de la festividad de reyes los gimnasios se abarrotan de nuevos practicantes, embutidos en unas mallas innobles, que hacen que los usuarios se muestren en todo su esplendor, luciendo chichas, lorzas y tocinos incluso en las zonas más insospechadas. Tranquilos, ese furor por sudar no dura más de 10-15 días al comprobar que el sacrificio realizado solo ha servido, en el mejor de los casos, para adelgazar 100 gramitos de nada.

. Estudiar inglés. Sin duda se ha convertido en el clásico desde hace años, porque este buen propósito también se suele tener en el mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar. Si todos los españoles que en algún momento de nuestra vida hubiésemos estudiado el inglés que nos propusimos en alguna ocasión, no tengo ninguna duda de que a día de hoy España sería un país bilingüe. La realidad es otra, y seguimos siendo un país que hablamos un inglés de chufla, pero como a salerosos no nos gana nadie, nos creemos que ya lo tenemos dominado, y ahora también queremos estudiar francés, alemán y, ¡por qué no!, los idiomas que se hablan en países emergentes, como portugués o chino. Porque en optimismo no nos gana nadie… of course.

. Dejar de fumar. Normalmente todo el que manifiesta su propósito de dejar de fumar lo hace con un pitillo en la mano. Y así, mientras apura las que ingenuamente piensa que van a ser sus últimas caladas, no deja de decir a quien quiere oírle: «desde mañana (fiuuu, mientras echa el humo) no vuelvo a fumar (fiuuuuu) nunca más (fiuuuu)». Lo cierto es que el término «mañana» se utiliza a conveniencia del fumador y se retrasa su llegada hasta el infinito. Lo más habitual es que el que ha sentenciado mañana dejo de fumar suele comenzar con dejar de comprar, por lo que antes de convertirse en un exfumador pasar por la fase de fumador gorrón.

forges[1]

En resumen y para finalizar, recuerdo un chascarrillo relacionado con el segundo punto y que es el siguiente:

  • Buenos días, vengo a apuntarme al gimnasio.

  • Perfecto, ¿y podría decirme el motivo?

  • Sí, es uno de mis buenos propósitos para el nuevo año.

  • Entendido, hoy le tramito la matrícula y ya mañana le curso la baja.

1 comentario en “Los buenos propósitos para el nuevo año ya los hemos olvidado

  1. A ver, que recapitulo:

    – Adelgazar, comer sano: lo segundo estoy en ello y creo que voy cumpliendo con creces. Pero claro, entre mi cumple, algún que otro evento y que el carnaval ya será dentro de poco… pues como que tendré que esforzarme un poco más. Lo de adelgazar supongo que irá aparejado al comer sano.

    – Ir al gimnasio, practicar deporte: Lo primero no lo prometo nunca porque sé que no lo haré ni ganas que tengo a día de hoy. Lo segundo es mi asignatura pendiente. Debería ir a alguna tienda de deportes a ver si me incentivo y a ver si el paseo marítimo lo recorro a una poca más de velocidad.

    – Estudiar inglés: un viejo propósito que se difumina inmediatamente. Las letras de las canciones y los deberes del colegio de mis hijas hacen, a día de hoy, una eficaz labor de mantenimiento de mi nivel de inglés.

    – Dejar de fumar: el que mejor me sale. Fue nacer y dejarlo! Y llevo cuarenta y tantos años así!

    En fin, no sé si he salido airoso con mis explicaciones. Creo que no mucho…

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