Una de las actividades más divertidas que se pueden realizar durante los meses de verano consiste en seguir, activamente, la actualidad sobre las noticias referentes a los fichajes que realizan los clubes de fútbol. Si, a mayores, el seguimiento se hace sentado cómodamente a la sombra de unos castaños o acodado en la barra de un chiringuito de playa con una cerveza bien fresquita, pues mejor que mejor.
Como las hemerotecas son caprichosas, no hay más que darse una vuelta por las principales portadas de la prensa deportiva del último trimestre para comprobar como el acierto en los supuestos fichajes ha sido prácticamente nulo. Para no herir sensibilidades no pondré ningún ejemplo concreto, aunque seguro que a ustedes ya se les ha venido a la mente más de uno y más de dos.
Pero lo que resulta realmente tronchante es escuchar las declaraciones de los protagonistas cuando se consuman las negociaciones y acaban firmando por su nuevo equipo. Entre las más destacadas, he rescatado las siguientes:
. He cumplido un sueño: soniquete obligatorio que normalmente va acompañado de un beso en el escudo del equipo al que, hasta hace un par de meses, se había enfrentado a muerte. Y aquellos que unas temporadas antes habían abandonado “el equipo de sus sueños” por un quítame allá unos euros, suelen añadir estoy muy contento de volver porque esta es mi casa.
. Vengo a ayudar al equipo: y, como no, “a jugar donde el entrenador me ponga”. Palabras tan bonitas como huecas, ya que cuando el entrenador de turno piensa que la mejor forma de ayudar al equipo es sentándole en el banquillo, ya tenemos jaleo a la vista, seguido de solicitud de entrevista con el presidente y petición de la carta de libertad par ir a ayudar a otro equipo.
. Vengo a aportar sudor: comentario chabacano y poco higiénico; de un mirlo blanco que ha costado una pasta se espera temple, control, calidad, desborde, contundencia, regate, liderazgo, remate… ¡pero sudor! Pero atención, porque a los aficionados les gustan mucho estas declaraciones y suelen aparecer como titular en la prensa del día siguiente.
. Vengo a aprender: me parece una tomadura de pelo lo que podemos calificar como falsa modestia o humildad mal entendida; si yo soy el presidente de un club que ficha a un jugador que nada más llegar confiesa abiertamente “yo vengo a aprender”, en ese momento reconozco públicamente que me he equivocado y le rescindo el contrato. Aclaración para incautos: un equipo profesional no paga por enseñar.
Pues sigan atentos, ya que hasta el día 31 de agosto estará abierto el mercado y puede que estos ejemplos de declaraciones se queden cortos ante la labia que demuestran muchos de los tuercebotas que pueblan nuestros campos de fútbol.
Esto me hace recordar aquella que, no sé si aún recuerdas, nos hemos echado una risas buenísimas. Nada más bajar del avión dijo: Yo soy una mezcla entre Bebeto y Ronaldo… bla, bla, bla. ¿Recuerdas a quien me refiero? Espero que sí. Un saludo.
Jajaja, claro que me acuerdo!!! Y bien que echo de menos aquellas tertulias futboleras, fue una buena época. Un saludo.
También hay algunos jugadores que son de una sinceridad que hiere a la grada. Creo que fue cuando Martín Lasarte acababa de firmar por el Deportivo de 2ª y respondía a un periodista local que le preguntaba que si su fichaje por el club coruñés significaba un paso atrás en su carrera. El expeditivo defensa uruguayo apodado «machete Lasarte», respondió cargado de sinceridad: «Hombre, si fuera Beckenbauer no estaría en el Deportivo».
Gran tipo Bernardo… y muy sincero!!!
Falta, la de los colores de la camiseta que siempre han sido los que he sentido (se dice siempre aunque haya sido el septimo equipo diferente por el que ha fichado). Y me acuerdo una epoca en la que los jugadores (sudamericanos casi en su totalidad) que justificaban un ancestro español (denominados oriundos) se les daba opcion a no ocupar plaza de extranjero y se oian cosas tan bonitas como «mi padre era español, nacio en una ciudad llamada Celta, que desde pequeño llevo en el corazon» (sic).
En paralelo tenemos, los comentarios del que vende o del que compra que tambien establece un buen argumentario. Me contaba mi padre que un dia (sin referencias para no dar pistas) una persona entraba en un conocido local de La coruña exultante, explicando como al Barcelona le vendimos a Moll y le METIMOS a Luisito Suarez
A mi también me sulibeyan los comentarios del tipo «que contento que estoy de fichar por este equipo, que toda la vida de Dios me ha encantado» y seguro que si le piden una terna de jugadores no sabe decir ni la A (por otra parte, la primera letra que da el jumento).
Últimamente, y no muy lejos de aquí, también se ha oído algo así como «bueno, no niego que estoy buscando cosas en otro equipo, pero, vamos, que si la cosa no cuaja, me quedo en este equipo tan contento y dándolo todo»; dos cosas: por un lado, a ver que remedio te queda, «suprecracklesionadocrónico», o eso o irte a tu casa, y por otro, sólo faltaba que te quedases para no pegar palo al agua.
Pablo, prefiero la dolorosa sinceridad de Lasarte, que cosas como todas estas que contamos.
Ya se sabe, el furbol de vez en cuando es asín .
Gracias a los fichajes conseguimos tener en el recuerdo a William Huapaya que nada más llegar al Deportivo le espetó al Zorro de Arteixo «estoy muy exigido, mister» ante la pregunta de sus bajas prestaciones.
O evocamos a las anécdotas como la buenísima y famosa frase del brasileño Renaldo Lopes da Cruz cuando llegó al Dépor en diciembre del 1996 (año en que Arsenio Iglesias acabó entrenando al Real Madrid en sustitución de Jorge Valdano). Los ecos de sus palabras nada más aterrizar en España llegan hasta nuestros días: “soy una mezcla entre Ronaldo y Rivaldo”.
En fin, verlo para creerlo
NO SE OLVIDEN USTEDES, HABLANDO DEL DEPOR, DEL MANTECA-DO MARTINEZ. COMO SE DICE VULGARMENTE DE UN FENÓMENO DE ESA ÍNDOLE…………¡¡¡¡ MENUDO FICHAJE !!!!. Y SI NOS PONEMOS A REFRESCAR LA MEMORIA: CHUCHI HIDALGO, SANTI FRANCÉS, TORO ACUÑA, DJOROVIK, ETC, ETC.
Bueno, realmente, tampoco tienen mucho más que decir. Qué contestariais vosotros a las «inteligentes» preguntas de los periodistas deportivos, es que el tema no da para más. Las mismas preguntas y las mismas respuestas año tras año, verano tras verano.
Habrá que pensar que el problema es de los medios, a los que, ultimamente, se están incorporando personas que no saben ni hablar ni escribir correctamente, y eso es lo minimo que les deberian exigir para ponerse delante de un microfono o a la hora de escribir un articulo.
En provincias…, la cosa es algo más variopinta.
Este mismo verano, el C.P. Cacereño fichaba a un buen chico que, a pesar de ser delantero, reconocía nada más llegar a Cáceres que lo suyo con el gol es una relación de amor-odio. «Yo lo intento, lo intento, pero nada…, lo mío es darlos (los goles)». Este ‘alma de cántaro’ marcó el pasado año la friolera de 0,14 goles por partido en su equipo de procedencia.
Otro chico, también fichado esta temporada, y también delantero, se definía como un jugador «anárquico» en el terreno de juego. Hasta ahí vale…, pero el caso es que fichó por el C.P. Cacereño porque «es un club que paga bien». Claro, y tú te preguntas… «¿Y éste?, ¿cómo tiene tanta cara?». Hemos de reconocer que el muchacho venía de la Cultural sin cobrar los últimos ocho meses…
Lo cierto es que, por lo general, en el periodismo deportivo tratamos por tontos a los jugadores (como si tuvieran un intelecto de primate) y muchas veces hacemos preguntas absurdas y, para más inri, con respuesta incorporada. «Vienes a tal sitio con ilusión, ¿no?». Con este tipo de preguntas, los que evidenciamos cierta incapacidad intelectual somos nosotros mismos…
Desde Cáceres con amor…