La festividad de Reyes supone el final de las fiestas navideñas y el inicio de otro clásico de todos los años, como son las rebajas. El día de ayer fue un acontecimiento en todas las casas, sobre todo en las que hay niños pequeños; pero ninguno de nosotros podemos negar que nos hace ilusión abrir paquetitos, aunque solo sea por el significado que tiene de que alguien que nos quiere se ha acordado de nosotros.
En el caso de los más pequeños, merece la pena contemplar la expresión de sus caras, mezcla de asombro, sorpresa, ilusión e inocencia, mientras destrozan los papeles en los que vienen envueltos un montón de regalos, sin que acierten a entender de dónde han salido.
Desde hace años, junto a los juguetes clásicos, como muñecas, garajes, bicicletas, puzzles, construcciones o disfraces, conviven los juguetes tecnológicos, como los ordenadores, los videojuegos o las consolas. Particularmente, soy más partidario del juguete de toda la vida, ya que me parece más participativo y, además, le permite al niño desarrollar su imaginación. Pero no seré yo quien en el año 2012 reniegue de los avances tecnológicos, porque está claro que hoy en día los niños, desde edades muy tempranas, ya saben manejar (¡y de qué manera!) unos trastos que a muchos de nosotros nos parecen de ciencia-ficción. Es labor de los padres buscar el equilibrio entre una y otra forma de jugar.
La fiesta de Reyes también nos gusta a los mayores porque, de alguna manera, ese día volvemos a sentirnos un poco niños y dejamos volar nuestra imaginación; en mi caso, y por muy tarde que me haya acostado esa noche, no dejo de levantarme temprano, con un puntito de excitación y nerviosismo, deseando abrir la puerta del salón para disfrutar con mi gente de las sorpresas que, un año más, nos han dejado los Reyes Magos, unos personajes maravillosos que me resisto a desterrar de mi vida.
A mi me gusta salir la noche anterior con mis amigos a tomar copas condoscubitos y, normalmente, cuando regreso a casa suelo ver entre las sombras de la noche a tres individuos barbudos y orondos entrando y saliendo de los portales cargados de paquetes… Seguro que alguno de mis queridos lectores estará pensando que el motivo de esa visión no es otro que un exceso de condoscubitos, pero no van a conseguir quitarme la ilusión de niño y pensar que, de alguna manera, la noche del 5 al 6 de enero de todos los años sucede algo mágico…
Como bien dices, la noche re Reyes es una noche mágica de verdad, pienso que todos los adultos escuchamos pasos, siseos y sombras dentro de las casas, aunque los que salen y vienen tarde se los pueden encontrar en el mismísimo portal de casa, eso conlleva un riesgo terrible, pero así es y así tiene que seguir siendo.
Por otro lado, soy de los que considera que la virtud está en el equilibrio y hay que aceptar las nuevas tecnologías, aunque soy partidario de los juguetes clásicos por infinidad de razones, como muy bien indicas.
Este año los Reyes nos han traído un poco de todo, han abarcado desde libros (muchos), juegos tradicionales, deportes y han sucumbido ante la Play y alguna cosa innecesaria, pero pocas.
Por supuesto que mis cuñadas han hecho lo que les ha dado la gana, sin dejarse aconsejar por su querido cuñado a la hora de escribir la carta a los Reyes.
Lo mejor de todo es que los Reyes liquidaron todo el licor café que les pusimos como refrigerio.
En fin, hemos tenido una noche mágica de verdad, con regalos en calidad y cantidad adecuada, soy de los que piensan que es muy sano quedarse con ganas de algo y no quemar todas la naves.
Espero que todos los Reyes de tus seguidores hayan sido, también, adecuados.
No puedo estar más de acuerdo contigo en todo, pero puesto a elegir, me quedo con tu atinada reflexión sobre «que es muy sano quedarse con ganas de algo», me gusta tu filosofía.
Sobre el conocido como «el mal de las cuñadas», en tu caso, teniendo cuatro, creo que lo mejor es ponerse de perfil 🙂
También te felicito por el acierto de haberles puesto licor café a Sus Majestades, seguro que se fueron encantados!!!
Y para finalizar, estoy convencido que tus hijos seguro que han vivido una noche mágica y un día de Reyes lleno de risas y de alegría, y eso es lo más importante.