Hacer el agosto

Siempre se ha utilizado mucho la expresión hacer el agosto, cuyo significado proviene de que, normalmente, en dicho mes era cuando se recogían las cosechas; al hilo de esto, se fue adaptando al lenguaje coloquial como sinónimo de «aprovechar la ocasión», sobre todo desde el punto de vista económico.

Pues bien, a la vista de cómo está transcurriendo este mes, me parece que dicha expresión habrá que desterrarla de nuestros diccionarios, ya que este año en agosto, mes de vacaciones y tradicionalmente tranquilo y sin sobresaltos, la economía mundial está sufriendo un tsunami que a ver quien es el listo que arregla este estropicio.

Para empezar por los países de nuestro entorno, Irlanda, Portugal y Grecia ya cuentan con planes de rescate por parte de la Unión Europea; de momento, Italia y España se han librado de milagro, aunque para ello el Banco Central Europeo ha tenido que comprar deuda de dichos países para evitar que la prima de riesgo siguiese creciendo. Pero en nuestro caso en concreto, esta intervención del BCE tampoco es la purga de Benito y, de momento, sólo nos ha servido para ganar tiempo, a la espera de que el gobierno se decida a aplicar las reformas que exigen los mercados.

Al mismo tiempo, los todopoderosos Estados Unidos estuvieron a punto de declararse en suspensión de pagos, y sólo un acuerdo de última hora y por debajo de la mesa entre demócratas y republicanos consiguió salvar la calamitosa situación. Y que decir tiene la hambruna declarada por la  ONU en Somalia, como cabeza visible del drama que se está viviendo desde hace años en el cuerno de África, agravado a mayores por una epidemia de cólera y sarampión.

Como todavía faltan muchos días para que finalice uno de los meses más deseados del año, esperemos que la situación mejore y que podamos decir bien alto ¡en agosto… al sol me tosto!

10 comentarios en “Hacer el agosto

  1. En clave local, en España, llegamos a un sistema, el de la monarquía parlamentaria, que está agotado. Un sistema que, lejos de izquierdas y derechas, ha tocado fondo. El verdadero problema al que nos enfrentamos ahora radica, precisamente, en algo que hemos defendido durante años a capa y espada y que no es otra cosa que la coraza constitucional, que, por otra parte, hace casi imposible, a la práctica, un cambio en el modelo de Estado. Aún así, con todo lo grande que es nuestra Constitución y lo vasto de nuestra jurisprudencia, seguimos siendo gobernados por hombres y no por leyes… A mi juicio, todo un error. Al hombre nunca, nunca, nunca hay que darle la mano. No olvidemos que la cabra siempre tira al monte, por lo que el hombre siempre tenderá a coger el pie. Necesitamos, así, un gobierno de leyes y no de hombres. Un sistema que garantice verdadera y demostrable igualdad.

    En clave europea, hablamos de la crónica de una muerte anunciada. Anunciada a bombo y platillo ya en los años 90 por expertos en la materia a los que se les puso la mordaza al medio segundo. Analistas que veían, como hoy se ha demostrado, que una unificación de la moneda realizada con premura y sin una verdadera transición política a fuego lento no podría desembocar, a largo plazo, en nada bueno.

    ¡Ay, mi mes de agosto…! Quién te ha visto y quién te ve!

    Desde Cáceres, con amor…

  2. Pues hablando de hacer el agosto, en La Coruña hay un local de hostelería llamado Momos en la Ciudad Vieja que se permite el lujo de decir que esta cerrada la cocina a las 22.55 horas. Ayer me pasó a mí, flipo en plena semana grande de agosto. ¿Estarán haciendo el agosto?

    • Más bien están haciendo el primo. Que no te den de cenar a esas hora en La Coruña, en una noche con buena temperatura, semana grande, fiestas y en plena Ciudad Vieja… no lo entiendo.

  3. «Agosto frio no rostro» y helado me deja a mi el desgobierno español que,incapaz por falta de inteligencia, imaginación y coraje, nos sume cada vez más en el abismo. ¿Y esto lo quiere arreglar RubalCACA? ¡Anda ya¡

  4. Realmente, en la actual situación económico-político-financiera, creo que ningún gobierno DE NINGÚN SIGNO de lo que denominaríamos la economía occidental parece capacitado para parar esta locura (ya vemos que a los chinos-chinorris todo el mundo los deja muy tranquilos, los árabes de los petróleos estan muy entretenidos con las crisis de sus dictadores, y los paises africanos ya veis). Me parece gravísimo que un manojo de pseudo-economistas poco escrupulosos y especuladores (y sus respectivos clientes anónimos, el afamado y nunca bien ponderado Señor Mercados) se permitan el lujo de jugar al ajedrez con el futuro de los paises que más interesen en cada momento, en función de rentabilidades y otras hierbas; de acuerdo que a esa situación se ha llegado porque previamente estos países en danza han vendido por parcelas su estabilidad económica al calorcito del dinero de mentira que generaron negocios como el del ladrillo, y ahora acabamos descubriendo cual era el precio.
    Por tanto, pensar que a estos especuladores les quita el sueño si el presidente es Pepe o Juan, aparenta ser de una candidez infinita.

  5. Gracias por la reflexión. Creía que en España lo de hacer el Agosto venía de la masiva presencia de turistas en ese mes. En tiempos de Spanish is diferent. Por que hace ya decenios que el país no vive de las cosechas, que entre otras cosas haberlas hailas en Junio, Julio, Agosto y Septiembre.
    Respecto a la situación económico-financiera, que es decir lo mismo, ahora escribo estas lineas desde Brasil y te aseguro que las cosas están bien diferentes. De todas formas, para no alargarme demasiado, hecho siempre de menos en estos análisis de pocas palabras un hecho para mi determinante. La distribución de la riqueza. El problema de la Economía es desde mi punto de vista básicamente un problema de avaricia. Hay unos pocos que ganan demasiado. Tanto, que si se distribuyera el beneficio más proporcionalmente, en el mundo no habría ningún problema de dinero.

      • Pero, ¡vamos a ver! ¿No estamos en España? recordad cómo estaba el país cuando éramos un imperio (Carlos I y Felipe II), en el Siglo de Oro (con los austrias menores), en el siglo XIX (con sus numerosos pronunciamientos) o tras la guerra civil y sus postrimerías (el sueño de ganar un millón de pesetas); las calles llenas de pobres y de analfabetos, reinaba el absolutismo y la Inquisición; hoy tenemos una verdadera democracia, la posibilidad de manifestar libremente nuestras opiniones, asistencia sanitaria y una educación universales y gratuitas (también para los extranjeros en situación «ilegal») y también multitud de servicios que nos prestan más de 5.000 administraciones públicas (estatal, autonómicas y locales).
        ¡Arriba esos ánimos!, de peores situaciones hemos salido.

  6. Carlos G. Reigosa en la pg. 12 de La Voz de hoy, hace un homenaje a este blog, lo plagia o es que ambos debatisteis sobre este agosto en el Momos? Nos lo aclare, please

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